En el año 2012, diferentes organizaciones de profesionales y familiares promovieron el 13 de julio como el Día Internacional del Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad para informar a la comunidad sobre este trastorno y visibilizar sus necesidades educativas, laborales y de salud.
Desde Fundación Comparlante buscamos concientizar sobre el Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) que afecta a entre el 5 y 10% de la población mundial.
El TDAH es una condición reconocida por la Organización Mundial de la Salud entendiendo que agrupa las siguientes manifestaciones cognitivas-conductuales: desatención, hiperactividad e impulsividad, o una combinación de ambas. Cabe destacar que la desatención puede darse por separado de la hiperactividad e impulsividad, pero no es posible separar la hiperactividad de la impulsividad.
Existen tres tipos diferentes de TDAH: el primer tipo en el que predomina la falta de atención (es difícil para la persona organizarse o terminar una tarea, prestar atención a los detalles o seguir instrucciones o conversaciones); el segundo tipo en el que predomina la hiperactividad/impulsividad (la persona se mueve nerviosamente y habla mucho, le resulta difícil quedarse sentada quieta durante mucho tiempo); y por último, la presentación combinada (los síntomas de los dos tipos anteriores también están presentes en la persona).
Los síntomas del TDAH tienen un gran impacto en la vida emocional, social, educativa y laboral de la persona que tiene este trastorno, por lo que se requiere cambios o adaptaciones del medio con el fin de poder transitar las exigencias ambientales de la forma más positiva posible.
Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado durante la infancia son factores clave para maximizar los resultados positivos y minimizar a largo plazo los efectos negativos del TDAH en la vida adulta. Cuando el TDAH se presenta, sus consecuencias se harán sentir en todos los planos de la vida, en especial en el plano emocional, por lo que atender estas manifestaciones debe ser prioridad para todos los involucrados.
El tratamiento del TDAH tiene por objetivo mejorar los síntomas del trastorno (hiperactividad, impulsividad y déficit de atención), reducir la aparición de problemas asociados, favorecer la adaptación académica, reducir el impacto del trastorno en el entorno (familia, escuela, contexto social, plano personal), adquirir las competencias y estrategias básicas para un funcionamiento global óptimo, y mejorar la calidad de vida de la persona con TDAH y su familia.
Por otro lado, el 28 de julio se conmemora el Día del Trastorno de Déficit de Atención con o sin Hiperactividad TDAH en Argentina con el objetivo de visibilizar y concientizar sobre uno de los trastornos del neurodesarrollo causado por diferencias de la anatomía y la química cerebral.